Problemes dels sense cor

dissabte, 17 d’octubre del 2009

Adictos al amor

El amor, lleno de pasiones, ilusiones y deseos, es un sentimiento necesario para la motivación personal y el sentido de la vida, pero en ocasiones, su necesidad excesiva puede llegar a convertirse en una adicción que no lo deja madurar y perturba totalmente la tranquilidad de quienes la padecen y de sus “parejas”.

Para que el amor madure y se convierta en verdadero, pasa por diferentes etapas como la amistad, la admiración, la atracción, el cariño y el enamoramiento. Durante cada una de ellas, la forma de manifestación es diferente y por eso las demandas y reacciones también lo son.


La última etapa, el enamoramiento, es tranquila y bella, sin carencias y con una total ausencia del sentimiento de soledad, pero en ella aún se desconocen las diferencias entre la pareja, y muchos no la superan. Algunos, en su afán de buscar otra y otra relación se vuelven adictos, creyendo que cada persona que conocen es “el amor de su vida”, y sufriendo con cada rompimiento aunque pronto haya otro suplente.


El pensamiento del adicto al amor gira alrededor de un ser amado, fuente de seguridad, tranquilidad, presunción y bienestar… Cree que solo con el amor se puede vivir, por lo que deja de lado al resto del mundo para dedicarse plenamente a él.

Sin embargo su pareja si tiene una vida a parte del amor y no puede atender las exigencias del adicto, que al no tener nada más, cada vez quiere estar más tiempo con él, quiere controlarlo porque tiene miedo a perder todo lo que le da. Además con el tiempo se siente incapaz de tomar ninguna decisión ni hacer nada sin su ayuda.


El hecho de ser incapaz de retener al ser amado, genera, más que dependencia, un incontrolable “apego ansioso” e intensos celos infundados que siempre terminan en graves reproches. Una de las consecuencias es la manipulación cotidiana: el adicto se comporta como una víctima, él se entrega incondicionalmente y culpa a su pareja de su abandono, cuándo él mismo es el único culpable. Incluso puede amenazar con suicidarse, estableciendo así un círculo vicioso reforzado por su pareja de alguna manera. O incluso es capaz de dejar a alguien que ama y buscar una relación cualquiera, con tal de sentirse seguro.


La adicción al amor es más intensa en una persona con baja autoestima, la cual necesita constantemente que los demás, en especial su pareja, lo valore. También es más común en mujeres debido a la educación y al papel social que se les da, aunque esto esta cambiando gradualmente.

Para poder controlar esta adicción y aprender a manejar los sentimientos, es necesario recibir ayuda profesional (terapia individual, de pareja y grupos de apoyo). U una vez recuperados aprenderán a valorarse, reconstruirán su autoestima y dominarán su situación individual para poder darle espacio al otro y convivir con independencia, viviendo el amor de otra forma.